Calderón acusa a Palacios de calmniarle en la citada obra, donde, según afirma el querellante, se le imputa la comisión de un delito de rebelión.

Sin embargo, el autor del libro, que declaró ante el juez de Leganés encargado del caso el pasado 23 de enero, ha presentado un escrito de alegaciones en el que indica que "en ningún lugar del libro figura" la acusación de un delito de rebelión al general Calderón.

Para Palacios, el libro es "una investigación histórica que llega a la conclusión cierta de que el 23-F fue un golpe insttucional activado y ejecutado desde el CESID, con el fin de forzar la salida de un gobierno de concentración presidido por el general Alfonso Armada, para el que habían prestado su aquiescencia diversos responsables de los partidos políticos democráticos, el Ejército, mayoritariamente, y altas instancias y organismos del Estado".

En el escrito de alegaciones se adjuntan textos con testimonios de reconocimiento a la labor de investigación llevada a cabo en el libro por parte de historiadores, periodists y relevantes personalidades del mundo social, cultural y científico en general.

Asimismo, Palacios solicita al juez que llame a declarar a Javier Calderón, al también ex director del CESID Narciso Carreras, a otros ex directivos y ex agentes de los servicios secretos, entre ellos Juan Alberto Perote; a Antonio Tejero y Alfonso Armada; y a los periodistas Antonio Rubio, Manuel Cerdán, Luis María Anson, Pablo Sebastián y Jose Luis Martín Prieto, entre otros.

El autor del libro, editado hace dos aos con motivo del 20 aniversario del 23-F, manifestó a Servimedia que se podría dar la paradoja de que la querella interpuesta por Calderón contra él provoque la reapertura del caso sobre el 23-F en sede judicial, ya que, además del propio ex director del CESID, podrían tener que declarar los principales involucrados en el intento de golpe de estado.

Palacios resaltó que Calderón interpuso la querella un año después de publicarse el libro, cuando dejó de ser director del CESID, y que no ha adoptado lamisma medida contra Juan Alberto Perote, que ha publicado dos libros, ni contra el diario "El Mundo", que publicó numerosas informaciones en la misma época sobre la implicación de los servicios secretos en el 23-F.