Actualmente, los conductores que padcen diabetes se ven obligados a renovar su permiso de conducir cada año o cada seis meses, con las consiguientes molestias y gastos que esto conlleva y sin que, según los proponentes, exista "suficiente justificación científica que avale este trato desigual".

El diputado José Núñez Castaín, del Partido Andalucista, resalta que la actual tecnología médica ofrece suficientes garantías para permitir la igualdad de los diabéticos con el resto de la población "en cualquier ámbito social, incluido el de la onducción de vehículos de motor".

El Grupo Mixto quiere llevar a pleno esta reivindicación de las personas diabéticas, que ya se debatió en una comisión parlamentaria, donde se acordó adoptar las medidas necesarias para paliar situaciones discriminatorias, si bien se rechazó una propuesta para ampliar los plazos de renovación del permiso de conducir en estos casos.