Según informa hoy el diario "El País", el vicerrectorado concede desde hace tres años becas de entre 25.000 y 75.000 pesetas por hacer informes confidenciales en los que revelen, por ejemplo, si los profesores acuden asiduamente a clase o mandan a sustitutos.

El vicerrector de Profesorado ha asegurado que la mayoría de profesores conocía estas prácticas que sólo buscan conocer de forma "objetiva" que los profesores cumplen los panes docentes.

CCOO y UGT han calificado de "espionaje" y "conductas inquisitoriales" esta iniciativa y han pedido la dimisión inmediata de Gutiérrez Solana.

Teresa Muñoz, responsable federal de Universidad de UGT, declaró a Servimedia que las prácticas destapadas son "una aberración" que sólo puede saldarse con el cese del vicerrector responsable.

"Estamos a favor de controlar la asistencia y la calidad de las enseñanzas, pero con métodos limpios y transparentes", dijo.

Para CCOO, los agos a estudiantes suponen una conducta "policial e inquisitorial" que ha estado en el más absoluto de los secretos hasta ahora, según Roberto López, miembro de la Junta de Personal de la Universidad de Cantabria.