El escrito del fiscal Javier Balaguer considera probado que Azurmendi y otro miembro de la banda terrorista, actualmente en paradero desconocido, fue reclutado por un alto mando de ETA para formar el "comando Katu" con el objetivo de matar al Rey durante los actos de inauguración del museo.

Así, los dos etarras recibieron material explosivo en abundancia y, tras estudiar el terreno del atentado, se acercaron a las inmeiaciones del Guggenheim en una furgoneta -supuestamente de una floristería-, en la que portaban tres jardineras "a las que incorporaron sendos lanzagranadas".

A su llegada al museo, una patrulla de vigilancia del centro de arte se dispuso a comprobar la documentación de los supuestos mozos de floristería, "momento en el que, previendo la inmediata detención de los integrantes del comando, el rebelde disparó con una pistola" contra el miembro de la Ertzaintza, que falleció a consecuencia de las heridas

Luego, se inició una persecución por las calles de Bilbao, en la que fue detenido Arronategui. Más tarde, en su domicilio se incautó numeroso material para la elaboración de bombas, así como granadas anticarro, fusiles y pistolas, entre otro tipo de armamento.

El fiscal acusa a Arronategui de los delitos de pertenencia a banda armada (10 años de prisión), delito contra la corona (19 años), asesinato terrorista (30 años), tenencia ilícita de armas (1 año), depósito de armas (10 años) y depósito d municiones (10 años más).