Rodríguez Ríos, que ha sido juzgado esta mañana por la Audiencia granadina, ha ocupado el banquillo en su condición de ex alcalde de la localidad de Armilla, junto con el ex secretario municipal.

El denunciante, Adolfo Galán, les acusa de ser los autores de una certifcación extendida en 1986, por la que se le negaba la vinculación laboral con el Ayuntamiento como técnico en electrónica.

Sin embargo, la querella que dio lugar al juicio oral celebrado hoy no fue interpuesta hasta 1988, para, según el propio denunciante, "conceder a la corporación un plazo para que rectificara".

Galán ha sostenido esta mañana en la vista que la negativa del Ayuntamiento de Armilla a reconocer su relación laboral con el mismo, pese haberle relizado dos contratos de prestación de ervicios, lesionó su prestigio e incidió como consecuencia en un descenso de volumen de trabajo en su negocio del pueblo.

Muchos vecinos de Armilla, aseguró Galán, empezaron a contemplarle desde entonces como un "impostor". La Fiscalía no ha formulado acusaciones contra los encausados.