Los hechos ocurrieron el 16 de septiembre de 1992, cuando la niña fue raptada en las cercanías de su casa, en el municipio lucense de Villalba, mientras regresaba del colegio.

El cadáver fue descubierto 3 días después, destrozado y semienterrado en un bosque cercano al cementerio de Villalba, mientras que el presunto asesino fue detenido varias semanas más tarde en la localidad coruñesa de Padrón.

En sus conclusiones provisionales, el fiscal pide para el acusado un total de 50años de prisión por los delitos de asesinato y violación, además de 12 millones de indemnización a la familia.

La acusación particular, por su parte, eleva la condena en doce años más, al considerarle autor de un delito de rapto, y reclama al Estado una indemnización de 60 millones de pesetas como responsable subsidiario, dado que Real López se encontraba en libertad condicional tras ser condenado por otra violación cometida anteriormente.

La acusación popular, ejercida por el Ayuntamiento de Vilalba, pide a su vez que a los 50 años de cárcel solicitados por el fiscal se sumen otros 6 de destierro.