PIDEN 40 MILLONES DE INDEMNIZACION POR LA MUERTE DE UN SOLDADO

ZARAGOZA
SERVIMEDIA

El abogado de la familia del soldado Miguel Marco Millán, muerto el 10 de mayo de 1991 en el acuartelamiento "San Gregorio" de Zaragoza, tras ser arrollado por un carro de combate, solicitó quince días de arrsto para un sargento, un cabo y un soldado de ese centro militar, además de 40 millones de pesetas, como presuntos responsables de una imprudencia con resultado de muerte.

La fiscal del Juzgado de Instrucción número 5 de Zaragoza exculpó al sargento y reclamó para los otros dos imputados 50.000 pesetas de multa a cada uno y el pago solidario de 15 millones de indemnización a los familiares del fallecido, además de solicitar que el Estado fuera nombrado responsable subsidiario.

Según declararon enel juicio, los hechos ocurrieron en la tarde del pasado 10 de mayo, cuando varios soldados habían ido, siguiendo las órdenes del sargento, a lavar los carros de combate.

Los jóvenes intentaron arrancar uno de los tanques que no funcionaba, por lo que decidieron utilizar un cable desde el otro carro para hacerlo funcionar. La persona que lanzó el cable fue Miguel Marco, que quedó atrapado entre ambos vehículos, que estaban enfrentados, en el momento en que uno de ellos se puso en marcha.

Según el etrado de la acusación, el accidente ocurrió porque no se tomaron las debidas precauciones, y señaló que la mayoría de las muertes que se producen durante el servicio militar obedecen a la realización de tareas peligrosas y al material defectuoso.

"Parece que esos hechos se solucionan con una indemnización y no transcienden en el interior de los acuartelamientos", según dijo el abogado de la familia del fallecido.

El cabo explicó en el juicio que el sargento sabía que uno de los tanques no funcioaba y que en ningún momento se pasó por allí.

El sargento, al que no se le abrió ningún expediente por lo sucedido, relató que presenció la maniobra de llevar uno de los carros a los lavaderos, aunque no vio cómo se colocaban enfrentados los dos tanques porque fue llamado al despacho del capitán.

Las defensas pidieron la absolución de los encausados y el abogado del Estado dijo que era de suponer que Miguel Marco saliera de entre los tanques al saber que se iban a poner en marcha. "Pudo ser que ls hechos se debieran a un fallo mecánico", indicó este letrado.

(SERVIMEDIA)
07 Mayo 1992
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