Según el relato del fiscal, en octubre de 1988 ETA decidió atentar contra Bañuelos Echevarría por considerarle traficante de drogas. Para ello, el "comando Vizcaya" realizó las investigacioes necesarias sobre sus costumbres y horarios, "para así poder darle muerte con más facilidad y menor riesgo".

Las informaciones recabadas fueron transmitidas a Del Olmo y a otro miembro del comando, José Luis Martín Carmona, "Koldo", declarado en rebeldía, quienes el 7 de octubre de 1988 colocaron un artefacto explosivo en los bajos del vehículo de la víctima, que estaba estacionado frente a su domicilio de Bilbao.

Cuando sobre las seis de la tarde de ese día Bañuelos puso en marcha el coche dano marcha atrás para salir del lugar donde se encontraba aparcado, se produjo la explosión, que le causó la muerte instantánea y daños en otros vehículos estacionados en las inmediaciones.

La acción terrorista fue reivindicada una semana después por ETA a través de llamadas telefónicas a varios medios de comunicación.