Durante la primera parte del juicio, que continuará el próximo jueves, el acusado dij no recordar nada de lo ocurrido, aunque reconoció que tras el suceso se presentó en la comisaría de Policía con el cuchillo de cocina que causó la muerte a la mujer, Rosa Guerra.

Sin embargo, justificó este hecho diciendo que "siempre llevaba encima el cuchillo porque un compañero del hospital había sido víctima de una paliza y porque temía un ataque de origen xenófobo o una agresión de las personas que formaban el círculo de amistades en el que se movía mi ex esposa".

Adib Darwich explicó que e día del asesinato de su ex esposa, el 13 de mayo de 1993, fue a casa de ésta para que aclarara unos asuntos relacionados con el hijo de ambos, de 5 años. Indicó que entonces se encontró "a un hombre desnudo que me amenazaba con una silla y mi memoria se pierde hasta el momento en que al salir a la calle para coger el coche me encontré con el cuchillo en la chaqueta".

Por el contrario, el único testigo del crimen, Miguel Angel C.M., que ya ha fallecido, declaró en su día ante la policía que la tarde dl suceso dormía la siesta en la casa de Rosa Guerra y se despertó al oir los gritos de socorro de ésta. Entonces vió al procesado asestar varias puñaladas a la mujer, una de las cuales le seccionó la yugular, causándole la muerte.