anto el ministerio fiscal como la acusación particular piden para el procesado una pena de veinte años de prisión, además de indemnizaciones para los familiares del magistrado fallecido que superan los treinta millones de pesetas.

Estas indemnizaciones se desglosan en doce millones de pesetas solicitados para su compañera sentimental, diez millones para la madre del fallecido y otros diez para sus dos hermanos.

El fiscal y la acusación particular coincidieron en calificar el acto perpetrado por Atonio Pérez Varona como asesinato y atentado con premeditación y alevosía, al considerar probado que el acusado llevaba un mes preparando el crimen, para lo cual vigiló durante este tiempo los movimientos y las costumbres de Juan Agustín Moro Benito.

Según el fiscal y la acusación, Antonio Pérez Varona intentó por primera vez el asesinato del ex presidente de la Audiencia de Avila el pasado 19 de febrero, aunque finalmente no lo hizo, al entender que el día no era propicio para sus intereses.

Fueunos días después, el 28 de febrero, cuando, sobre las cuatro y media de la tarde, abordó al magistrado a la salida de su despacho y le disparó dos cartuchos de su escopeta, asegurándose después de que le había matado, según las conclusiones del fiscal y de la acusación particular.

Ambos consideran, asimismo, que el acusado actuó obsesionado con que la víctima le había llevado a la ruina económica con dos sentencias desfavorables dictadas en Palencia en 1988 y 1989, cuando el fallecido ejercía como maistrado en la capital palentina.

Antonio Pérez Varona es natural de Palenzuela (Palencia), tiene 61 años y el mismo día en que fue cometido el asesinato se autoinculpó de la muerte del que fuera presidente de la Audiencia Provincial tras ser detenido en Valladolid.

Por su parte, la defensa solicita la libre absolución de Antonio Pérez Varona justificándola en la paranoia expansiva que se le diagnosticó y que le causó un estado de enajenación transitoria que le privó de sus facultades psíquicas deraciocinio y volición.