Además, según los datos de contabilidad nacional del tercer trimestre hechos públicos hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el crecimiento intertrimestral del Producto Interior Bruto (PIB) español fue del 0,7%.

El tirón más fuerte del crecimiento se debe a la demanda interna, que crece a unritmo de 3,5 puntos, dos décimas más que en el trimestre anterior.

Esta evolución expansiva, según el INE, se debe sobre todo a la ola de calor de pasado verano, "que ha elevado notablemente el gasto de los hogares en energía para la climatización, agua embotellada, refrescos, helados, etc".

Por su parte, el consumo global de las Administraciones Públicas se ha frenado una décima respecto al trimestre anterior (del 3,5% al 3,6%). La demanda externa ha aumentado dos décimas su contribución negativ al PIB trimestral (de -0,9 a -1,1) por las menores compras por parte de nuestros socios comunitarios.

La formación bruta de capital fijo frena su crecimiento (del 3,4% al 3,1%), por la "notable pérdida" de impulso en la formación de bienes de equipo, si bien se compensa por la inversión en contrucción, registrando una tasa del 3,6%.

CONSTRUCCION

Por ramas de actividad, las agraria y pesquera aceleran su crecimiento, mientras que la construcción y los servicios también crecen, pero con menos inensidad que en trimestres pasados, lo que tiene mayor incidencia negativa en la industria.

Así la construcción crece a un ritmo del 4%, los servicios al 2,3%, la industria al 1,5% y las ramas agraria y pesquera al 1,8%.

Este crecimiento de la economía se ha traducido en un crecimiento del 1,9% en la creación de empleo, hasta 293.000 empleos netos a tiempo completo en los últimos doce meses.

La construcción sigue siendo la locomotora del empleo (con un crecimiento del empleo del 4,4%), seguid de los servicios (2,8%), que compensan la destrucción de puestos de trabajo en las ramas industriale (-1,8%) y agraria (-1,6%).

Finalmente, respecto de los costes laborales unitarios, se relajan suavemente hasta el 3,2% (desde el 3,3% del trimestre anterior), impulsado por una caída en la remuneración media de los asalariados, es decir, porque los nuevos contratos son más baratos que en el trimestre precedente.