Las cámaras basan esta prevsión en la influencia de la crisis financiera internacional, en la ralentización del comercio mundial y en la depreciación de las divisas de las economías en desarrollo.

No obstante, confían en que se mantendrá el dinamismo de la economía española, puesto que estas incertidumbres "no parece que nos afecten gravemente, dada nuestra saneada posición macroeconómica y nuestro reducido grado de exposición en las áreas más afectadas por la crisis".