La primera distinción que hacen las petroleras entre sus combustibles y los d 'hipermercados' es el del octanaje, y señalan que tanto ellas como el resto de operadores instalados en el mercado, han desarrollado productos con niveles superiores a los habituales para darle al motor del cliente "una buena combustión".

Además, señalan que un alto nivel de octanaje, que ya se ha logrado sin contenido de plomo, "eleva la prestación del motor, con más potencia y rendimiento, y facilita su mantenimiento en buen estado y limpieza".

Repsol advierte a los propietarios de coches con otores diesel y sistemas de inyección del riesgo de usar un mal carburante, ya que "cuando los inyectores se obstruyen o carbonizan, el caudal de carburante es menor y su pulverización no es la adecuada para que se inflame el combustible".

En esos casos, añade, "la conducción será menos suave y más ruidosa, el motor irá peor, consumirá más carburante, emitirá más humos y se tendrán más gastos de mantenimiento, porque habrá que llevarlo al taller con más frecuencia".

Para definir un buen gasóleo, os técnicos de las petroleras destacan que tres propiedades: limpieza, para mantener los inyectores limpios y obtener una mejor conducción y mantenimiento del motor, además de reducir el efecto contaminante, un alto componente de cetáno para asegurar calidad en la combustión, y elementos anticorrosión que suelen afectar al sistema de alimentación otras partes del motor con superficie metálica.