Los consumidores consideran que la industria prácticamente no repercutió en el precio de la gaolina el descenso del precio del barril de 17 a 13 dólares entre diciembre y marzo (el litro de súper bajó 1,90 pesetas), y que por lo tanto, si ahora sube el barril a 15 dólares las petroleras no tienen que recuperar ninguna caída de precios.

Miguel Martínez, director de la OCU, señaló a Servimedia que "lo que tenemos muy claro en España es que el mercado no funciona en lo que a las gasolinas se refiere".

"Casi me parece un poco burla", manifestó Martínez, "que den explicaciones de la evolución e los precios en el mercado cuando a nosotros, prácticamente, en sus aspectos más centrales, ni nos va ni nos viene. Como mucho, lo que al final sale de todo el proceso de vaivenes en los precios es una subida".

"Casi agradecería que ni se hablase al consumidor de la evolución del precio internacional del petróleo, porque al final al consumidor sólo le queda el recurso al pataleo", indicó.

Nati Cifuentes, de la UCE, apuntó que la liberalización del sector de los carburantes parecía que reportaríaventajas para los consumidores, "pero eso no es cierto. No hay competencia".

Por su parte, María Rodríguez, presidenta de CECU-Madrid, manifestó que "no estamos de acuerdo, porque si no se ha repercutido apenas la bajada y han tardado muchísimo, ahora no deben subir. Estoy indignada".

"Nos parece escandaloso", añadió Rodríguez, quien recordó que de las subidas de la gasolina no sólo se beneficia el sector, sino también el Estado, que recauda impuestos indirectos. "Los únicos paganos somos los conumidores, que pagamos a través de impuestos directos y después también de impuestos indirectos", concluyó.