PESTE PORCINA. BADIOLA TEME QUE LA GRAN MOVILIDAD DE ANIMALES EN EL SECTOR PORCINO HAYA PROPAGADO LA ENFERMEDAD
- Las grandes compañías inegradoras, que dominan el sector, mueven sus animales dentro y fuera de España con gran facilidad
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
El presidente del Consejo General de Colegios Veterinarios, Juan José Badiola, teme que la gran movilidad de animales que registra el sector porcino haya extendido la peste porcina clásica más allá de los cuatro focos conocidos (tres en Lérida y uno en Castellón).
Badiola manifestó a Servimedia que el sector se divide en dos tipos de explotaciones: las de cerdas madrs, que se dedican a vender los lechones, y las granjas de engorde, que compran los lechones y los alimentan para su venta o sacrificio a los seis meses.
Las explotaciones de engorde pueden adquirir los lechones en otras granjas de las proximidades o, si el precio es interesante, en otras comunidades autónomas españolas o, incluso, en un país de la Unión Europea.
Esto último es difícil que lo haga una pequeña explotación familiar, pero sí es una práctica habitual de las grandes empresas de integraión que operan en España y que, según Badiola, pueden representar más de la mitad del sector porcino.
Las granjas de integración, que no son exclusivas de la cría de cerdos sino que también se utilizan en la de aves y conejos, se caracterizan por que sus propietarios ponen el local y la mano de obra, mientras que las crías, los piensos, los servicios veterinarios y los medicamentos, además del transporte a la explotación y más tarde al matadero, corre a cargo de un grupo o empresa integradora.
A GRA ESCALA
La integradora paga al ganadero una cantidad acordada por ejemplar y ella se encarga de comprar y vender el ganado. Como trabajan con muchas granjas, les es rentable importar y exportar animales a gran escala (un lechón que en España puede costar 14.000 pesetas se encuentra en Holanda por 4.000, según informó hoy la cadena Ser), pero también aumentan considerablemente los riesgos sanitarios. De ahí que organizaciones agrarias como la UPA haya dirigido las sospechas de la peste porcina actual alos grupos de integración.
Según Badiola, "los movimientos de animales masivos siempre tienen riesgo para la sanidad, como está demostrándose en el terreno de la práctica".
El presidente de los veterinarios indicó, en referencia a las empresas integradoras, que "estamos en un contexto nuevo en la economía europea, global, que a los animales también afecta".
Badiola expresó su preocupación por la aparición de un foco de peste porcina en Vinaroz (Castellón), a muchos kilómetros de los tres focs ilerdenses. "A mi eso me resulta preocupante. No sé si no volveramos a vivir las circunstancias del año 97 (el anterior brote que registró España, que no se dio por concluido hasta 1999)", manifestó.
Por otro lado, la enfermedad tiene unas repercusiones comerciales muy importantes, ya que el sector porcino español exporta un 10 por ciento de su producción (400.000 toneladas).
(SERVIMEDIA)
17 Jun 2001
A