Olaizola afirmó sentirse "engañado y humilado", porque los boniteros franceses no han cumplido la promesa, hecha durante una reunión entre pescadores franceses y españoles en Avilés, de no volver a utilizar las redes ilegales de más de 2,5 kilómetros de longitud.

El presidente de la Cofradía de Fuenterrabía responsabilizó a los gobiernos español y francés y a la Unión Europea de los conflictos que se puedan dar en el futuro, y afirmó que no habría existido este problema si la pesca estuviera en manos de los pescadores, y no de los políticos yeconomistas, a los que calificó de "personas irresponsables".

Olaizola piensa que es "imposible de cumplir" la normativa pesquera comunitaria, ya que según sus palabras "dar la posibilidad de ir al mar con redes de 2,5 kilómetros es dar una patente de corso para no cumplir con esta normativa".

Según el representante de los pescadores vascos, la normativa europea pretende "ir al mismo sistema de pesca con redes ilegales", lo que provocaría un daño ecológico irrecuperable "que haría desaparecer puelos enteros de nuestra costa".

A pesar del clima de conflicto que está viviendo la flota bonitera, desde la Cofradía de Pescadores de Fuenterrabía se están haciendo llamamientos a la calma a todos los pescadores españoles, que saldrán a pescar "mientras lo permitan las circunstancias".

Olaizola calificó al Ejecutivo francés de "gobierno de piratas" por dar subvenciones a sus pescadores, y agregó que los pescadores españoles, que no reciben ayudas de la UE, no quieren vivir ni de ayudas ni de "limsnas", sino que pretenden que toda la flota bonitera utilice las artes tradicionales, que consiste en la pesca con caña, como lo están haciendo los aproximadamente 520 barcos españoles.