La flota vasca cuenta con un total de 97 licencias para acceder a aguas comunitarias y practicar la pesca de la anchoa, que deberán repartirse entre 85 buques guipuzcoanos y 67 vizcaínos, 4 para los primeros y 43 para los segundos.

Los pescadore vascos y autoridades estatales temen que en la presente campaña puedan suscitarse problemas con los pescadores franceses, como sucedió en la pasada temporada a raiz de la utilización de redes de enmalle a la deriva.

Otro conflicto podría darse en el caso de que las embarcaciones francesas no paren su actividad entre el 20 de marzo y el 1 de junio, tal y como se pactó a cambio de la cesión de 9.000 toneladas de este pescado que España cedió a los arrastreros galos.

En reuniones mantenidas recientmente entre pescadores españoles y franceses, estos últimos ya han solicitado una prórroga, algo que los pescadores españoles consideran una provocación.

El ministro de Agricutura y Pesca, Luis Atienza, ha mostrado su disposición a seguir luchando en Europa por conseguir la prohibición total de las redes de deriva, pese a que cuenta con la oposición de trece de los países que conforman la Unión Europea.