Solana, que aseguró comprender la preocupación de los pescadores españoles por la reducción de capturas, puso de relieve que Canadá no pudo salirse finalmente con la suya y fracasó en sus pretensiones de expulsar a los españoles de los caladeros de Terranova y de ampliar la zona de pesca más allá de las 200 milas.

El titular de Exteriores hizo estas declaraciones a un grupo de periodistas en el aeropuerto internacional Madrid-Barajas poco antes de viajar a Nueva York, donde participará en una reunión para la renovación del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares.

Solana anunció que España no levantará el trámite del visado para los turistas canadienses y dijo que el Ministerio de Asuntos Exteriores convocará de inmediato al embajador de Gran Bretaña para expresarle su malestar por la posición aoptada por su país en el conflicto pesquero.

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