Los barcos deberán disponer de una licencia y de un permiso especial para poder pescar en aguas jurisdiccionales españolas y, además, tendrán que solicitar un pemiso especial al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) para poder descargar sus capturas en puertos españoles.

Estas medidas tratarán de evitar sucesos como el ocurrido el pasado mes de mayo con un palangrero chino que fue apresado en aguas cercanas a Palma de Mallorca mientras barría el fondo marino con redes de más de 70 kilómetros de longitud. A bordo, se descubrió una gran cantidad de atunes y se constató la ilegalidad absoluta de sus palangres.