Pastoriza, en declaraciones a Servimedia, aseguró que, de producirse esta reducción, los pesqueros españoles que, como el suyo, faenan en aguas del Atlántico Norte tendrían que abandonar dicho caladero a mediados de temporada, en juno o julio, al cubrir la cuota asignada.

El capitán recordó que su buque tiene una capacidad de carga de unas 1.500 toneladas y que la mayoría de los 38 barcos que pescan en esa zona rondan las 500, por lo que una cuota de 8.000 toneladas sería rápidamente cubierta.

"Seremos unos parados más de las Seguridad Social, ingresaremos en las listas del paro", se lamentó Pastoriza. El capitán responsabilizó a la UE de las posibles consecuencias del acuerdo, y dijo que tendría que ser el Gobierno español l que pidiera ayudas comunitarias.

Por otro lado, el capitán denunció las "maniobras temerarias" realizadas por un remolcador canadiense el pasado sábado, que pasó a 10 metros de la proa del Verdel a gran velocidad. "Aquí estamos en tensión diaria, porque no se sabe que va a pasar dentro de media hora", comentó.

A última hora de la mañana de hoy -hora española-, la situación era tranquila y todos los pesqueros faenaban (incluido el Pescamar Uno, al que le fueron cortados los cables, pues ha podid realizar un arreglo), aunque siguen siendo vigilados a 10 millas por los patrulleros canadienses.