Durante la sesión de control al Gobierno, Aznar respondió al coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, que España no estaba dispuesta a pagar a Marruecos, donde se realizan únicamente el 8% de las capturas, el mismo dinero que se destina a la pesca en el resto del mund.

El presidente resaltó que en el acuerdo de 1995 se especificaba que "sería el último", y desde su finalización el Gobierno "ha garantizado" las ayudas a los pescadores.

Aznar afirmó que se buscarán alternativas al caladero marroquí en terceros países, como Argelia, Túnez o Mauritania, "con los que ya se está negociando". La flota que no pueda encontrar otro caladero tendrá que reconvertirse, concluyó Aznar.

Por su parte, el líder de IU pidió al presidente del Gobierno que asuma que, tanto n la negociación pesquera como en "su visión triunfalista" del papel de España en Europa, "ha fracasado".

Llamazares acusó a Aznar de utilizar para la negociación del acuerdo pesquero a un "ministro quemado", en referencia al titular de Agricultura, Pesca y Alimentación, Miguel Arias Cañete, y a un comisario (Franz Fischler, responsable de Pesca de la UE) "ajeno a nuestros intereses".