Según el presidente de la Asociación de Minoristas de Pescado de Sevilla, Manuel Alvarez, en la mayoría de los mercados andaluces no llega a faltar pescado, debido a que se han habilitado otras vías de entrada de este producto, como España, Portugal, Francia e Italia.

No obstante, los consumidores sufren la reducción de ciertas especies que antes entraban en grandes cantidades en los mercados y que ahora se cotiza a precios de oro, como la gamba, que antes se vendía a 1.500 pesetas el kilo, mentras que ahora está entre las 3.500 y las 4.000 pesetas el kilo.

Otras especies que escasean ya en el mercado desde que concluyó el anterior tratado de pesca entre la Unión Europea (UE) y Marruecos son el calamar y los pescados de escamas, como las brecas, el pargo, el besugo, la herrera, el sargo y las acedías, que ha llegado a costar entre 1.000 y 1.200 pesetas el kilo.

Según algunos detallistas, desde hace cinco meses se echa de menos "la variedad y la calidad" de los pescados procedentes delos caladeros marroquíes, si bien los productos que llegan del norte de España y de otros países de la UE son buenos.