En declaraciones en los pasillos del Senado, Alvarez Cascos lamentó que en el asalto se hubiera producido la muerte de los secuestradores, de un rehén y de dos militares, aunque reconoció que la liberación de 71 rehenes constituye una buena noticia para sus familiares y para el mundo diplomático en general.

"El resultado del asalto, en la medida en que ha supuesto un determinado número de víctimas", explicó, "es un resultado ue no se puede contemplar con satisfacción, sin perjuicio de que la liberación de 71 rehenes es una buena noticia para las familias y para el mundo diplomático".

Para el 'número dos' del Ejecutivo, esa noticia está "empañada" por la existencia de víctimas y no puede ser bien acogida por los que piensan que el primer derecho y el primer valor fundamental es la vida.