LAS PERSONAS MINUSVALIDAS SIGUEN ENFRENTANDOSE A FUERTES DIFICULTADES PARA VISITAR MUCHOS MUSEOS DE MDRID
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La mayoría de los museos de Madrid disponen de instalaciones que plantean graves problemas de accesibilidad a las personas minusválidas.
Según la Federación de Asociaciones de Minusválidos Físicos de la Comunidad Autónoma de Madrid (FAMMA), ello supone una evidencia más de que los discapacitados siguen teniendo bloqueadas muchas vías de acceso a la cultura.
Así, por ejemplo, el Museo del Prado cuenta con tan sólo seis sillas de ruedas que, según la FAMMA, selen estar casi siempre "en reparación".
El Casón del Buen Retiro, por su parte, dispone de otras dos, aunque este museo incluye el inconveniente que suponen la veintena de escalones que es preciso sortear para llegar a su puerta principal.
Por último, el Centro Reina Sofía figura, en opinión de los responsables de la FAMMA, con la mejor instalación para facilitar el transito de los minusválidos, ya que, además de sillas de ruedas, tiene rampas especiales de acceso en las salas situadas a desnive.
Los dirigentes de la FAMMA consideran que la evolución e integración de los minusválidos físicos, en todos los aspectos de la vida, incluido el cultural, exige una rápida reacción por parte de las autoridades responsables.
Critican, asimismo, las dificultades que encuentran cuando plantean demandas de soluciones, a las que los directores y empleados de los museos responden casi siempre con la excusa de que los presupuestos fijados por el Ministerio de Cultura para esa materia de transformación on escasos.
La FAMMA recuerda que museos internacionales, como el Louvre, el Museo Británico, la Tate Gallery, el MOMA o el Rìjksmuseum, están dotados, todos ellos, de las instalaciones necesarias para que una persona en silla de ruedas pueda desenvolverse por si misma.
"Parece ser", precisa la FAMMA en su queja, "que eso en Madrid es una utopía".
Por su parte, responsables del Museo del Prado aseguraron a Servimedia que "hay dos o tres sillas de ruedas" disponibles en cada puerta, mientras ue los empleados del museo Romántico consultados aseguraron que las características del edificio dificultan, de por sí, el acceso de los minusválidos.
Explicaron que se trata de una construcción del siglo XIX, con puertas estrechas y sueldo desnivelado, cuya transformación requeriría un considerable presupuesto.
(SERVIMEDIA)
20 Jul 1991
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