Se trata de cursos gratuitos que serán impartidos por Action for Blind People, Carlisle Society for the Blind y Eden Voluntary Society por the Blind and Partially Sighted, organizaciones dedicadas a la ayuda a personas con esta discapacidad.

La iniciativa ha sido financiada con fondos públicos de un programa del Ejecutivo británico que tiene por objetivo ofrecerformación a los grupos con mayores dificultades para acceder a recursos educativos.

Las clases, que comenzarán el próximo 28 de enero y se prolongarán hasta el mes de julio, permitirán a los participantes aprender a utilizar ayudas técnicas como software de síntesis vocal y herramientas para ampliar el tamaño del texto de los correos electrónicos y las páginas Web, para que puedan beneficiarse del uso de la informática y las nuevas tecnologías.

Los formadores prestarán especial atención a aquellos que nunca han utilizado estas tecnologías por considerar que eran difíciles de manejar o que eran mayores para aprender.

Los alumnos también tendrán ocasión de probar teclados adaptados y en braille, y monitores de gran tamaño, lo que les permitirá descubrir los que se adaptan más a sus necesidades,y les facilitará la elección de los equipos más adecuados para su uso personal.

Los interesados tendrán opción de acudir a sesiones de prueba antes de comprometerse a realizar un número determinado de clases. Cuando finalicen el curso, los que deseen ampliar sus conocimientos,podrán complementarlos con otros cursos, y formación en tecnologías de la información orientada al empleo.

Gill Curwen, de Action for Blind People, subraya "que la informática y las ayudas técnicas que facilitan su utilización son fundamentales para promover la independencia y combatir el aislamiento social entre las personas ciegas y con discapacidad visual, por eso hemos puesto en marcha esta iniciativa."

En Cumbria hay 2.975 personas con discapacidad visual acreditada documentalmente, según los últimos datos oficiales correspondientes a marzo de 2006, aunque la cifra real podría ser cercana a 9.000, ya que en el Reino Unido dos tercios de las personas con este problema no han acudido a los servicios sociales para ser evaluados, según los expertos.