Según miembros de Grwp Mynediad Arfon, la asociación para la accesibilidad de dicha localidad, la pizarra y los adoquines con los que se han pavimentado las calles son escurridizos y dificultan sus desplazamientos a personas que utilizan sillas de ruedas o muletas.

Asimismo, las zonas compartidas por peatones y automóviles plantean grave riesgo para las personas ciegas, ya que que sólo se han previsto cuatro plazas de aparcamiento reservadas a personas con movilidad reducida, un número que dicha asociación considera insuficiente ya que se trata de una zona muy concurrida.

El ayuntamiento del Condado de Gwynedd, del que depende Caernarfon, sostiene que había mantenido reuniones con grupos locales de personas con discapacidad con el fin de que la renovación del casco urbano resultara accesible, y ha anunciado que continuará trabajando con estas organizaciones hasta lograr subsanar los problemas que éstas denuncian.