Los perros actúan como un catalizador que facilita las relaciones sociales. Según un estudio de la universidad británica de Warwick, las personas que tienen perros están más sanas que las demás, ya que "el incremento de las relaciones casuales pueden aumentar el sentimiento de felicidad, proporcionar compañía y una sensación de integracion social", según la investigadora June McNicholas.

El análisis del comportamiento diario de varias personas demostró que los que poseían un perro se relaconaban más con los demás, sin importar otros factores físicos.

La Sociedad Real para la Prevención de la Crueldad contra los Animales dice que no animará a la gente a que utilice al perro como instrumento para socializarse mejor. "La gente que se hace cargo de un perro debe hacerlo por las razones correctas y debe ser capaz de proporcionarle el cariño y el interés que requiere cuidar de forma adecuada a un animal", señala.