Permite realizar maniobras militares en el parque nacional ----------------------------------------------------------

MADRID
SERVIMEDIA

La organización ecologista Greenpeace considera que la ley que declarará parque nacional el archipiélago de Cabrera, que mañana será debatida por una comisión mixta Congreso-Senado, no resolverá los problemas que afectan a este esacio natural, ya que continuará siendo escenario de maniobras militares. La ley ha sido ya aprobada por el Congreso de los Diputados y ratificada por el Senado.

Según Greenpeace, de aprobarse esta ley los daños al ecosistema de Cabrera no desaparecerían y los valores ecológicos por los que se tramitó el texto legislativo continuarán viéndose afectados por las actividades humanas.

Uno de los puntos más criticados por los ecologistas es la permisividad para seguir realizando maniobras militares. "L presencia de varios cientos de soldados en el archipiélago y las aberturas de caminos durante ejercicios de entrenamiento de tropas llevadas a cabo han supuesto un deterioro del parque que ha sido denunciado por un gran número de científicos y organizaciones ecologistas", aseguró Xavier Pastor, presidente de Greenpeace- España.

A juicio de Pastor, la postura mantenida por el PSOE en el Parlamento central "es una burla a la opinión pública española e internacional, y muy especialmente al pueblo balear que mostró su apoyo a la supresión de las maniobras militares en el archipiélago".

DEPENDENCIA DE DEFENSA

Para la organización ecologista internacional, es totalmente inaceptable la creación de un parque nacional que no suprima las actividades que lo deterioran, y mucho menos que sea el Ministerio de Defensa quien tenga que aprobar cualquier iniciativa para la mejora y protección del ecosistema de Cabrera.

Los dirigentes de Greenpeace advirtieron que, de aprobarse finalmente el texto actual dela ley, España sería el único país democrático del mundo que dejaría la gestión de un parque nacional en manos de un Ministerio de Defensa.

La ley, además de permitir la realización de actividades perjudiciales para el ecosistema del parque, no admite la creación de las reservas integrales aconsejadas por los científicos, con la intención de conceder una mayor protección a los enclaves más vulnerables.

Según Greenpeace, el único elemento positivo introducido en la ley es la limitación estricta a a navegación y el fondeo de embarcaciones privadas dentro del parque, aspecto que "queda desgraciadamente compensado por la posibilidad de transferencia de las licencias de pesca profesional".

El Grupo Socialista del Senado, al igual que ocurrió en el Congreso, no admitió ninguna de las enmiendas presentadas por los restantes grupos parlamentarios.

Xavier Pastor afirmó que "la aprobación de esta ley en su redacción actual representará una sumisión de los parlamentarios a las directrices del Miniserio de Defensa, ignorando la unánime voluntad de los ciudadanos de las Baleares y las recomendaciones de las instituciones científicas nacionales e internacionales".

(SERVIMEDIA)
12 Mar 1991
CAA