Según los peritos, los acusados no padecen enfermedad mental, pero sufren alteraciones psicológicas debidas, en gran parte, al desarraigo y las condiciones familiares, lo que, unido al consumo excesivo de alcoho y drogas, pudo llevarles a golpear repetidas veces a Silverio Aragonés, un mendigo de 55 años que dormía en la entrada de un establecimiento comercial.

Según los peritos, el más joven de los inculpados, que entonces tenía 16 años, pasaba en aquellos momentos por la reciente separación de sus padres, lo que le llevaba a sufrir depresiones y una debilidad en su carácter que le hacía dejarse influenciar por el resto del grupo.

Del mayor, al que el resto del grupo culpa de la iniciativa de "ir de caería", descartan la enfermedad mental, pero constatan desarraigo familiar, con un padre ludópata y una madre alcohólica. De los otros dos, realizaron perfiles psicológicos similares y afirmaron que no sufren trastornos mentales.

En cuanto a la muerte de Silverio Aragonés, el médico forense que realizó la autopsia señaló que murió a causa de un shock traumático hipobolémico, esto es, fue la unión de todos los golpes lo que le causó la muerte. Relató que el mendigo tenía la cabeza destrozada y todos loshuesos de la cara rotos, así como los del cuello y la clavícula, que le provocaron una hemorragia que le encharcó la tráquea y los pulmones.

Por otra parte, también comenzaron a testificar los amigos de los acusados, quienes reiteraron que la tarde-noche de autos habían ingerido grandes dosis de alcohol. Uno de los testigos aseguró que después de aquella noche le enseñaron unos pantalones con manchas de lo que creyó que era sangre y que en el Casco Viejo de Bilbao se iba extendiendo el rumor de que haían sido los autores del asesinato.