El informe, presentado hoy en el transcurso de las III Jornadas sobre Centros de Rehabilitación e Integración Social de Enfermos Mentales de la Comunidad Valenciana, fue realizado sobre una muestra de 479 expedientes de pacientes que solicitaron su ingreso en alguno de los recursos asistenciales especializados para enfermos mentales de la Generalitat valenciana.

El perfil que se extrae de este estudio es el de un hombre o mujer de alrededo de 38 años y soltero/a, que carece de experiencia profesional y cuyo nivel de estudios equivale al desaparecido graduado escolar, según explicó el director general de Integración Social de Discapacitados, Francisco Reverte.

Los usuarios de estos centros públicos tienen una situación económica poco favorable, por lo que todavía residen en casa de sus padres. "Si nos fijáramos sólo en estos datos, diríamos que es un desempleado con pocas opciones de obtener un trabajo bien remunerado, probablemente porue carece de la formación necesaria que demanda el mercado laboral actual", añadió Reverte.

En su opinión, el problema real de estos usuarios radica en que, a pesar de que durante su infancia no tuvo síntomas, su deterioro mental comenzó a hacerse patente superada la mayoría de edad, "cuando ya era difícil establecer alguna terapia efectiva a largo plazo, por lo que hoy tiene reconocido un grado de minusvalía del 65%".

De hecho, este estudio señala que, en la mayoría de los casos analizados (un 6,4%) es la propia familia la que se hace cargo del enfermo mental crónico, por lo que la convivencia y las relaciones familiares están muy deterioradas, como apunta el informe.

La muestra sobre la que se trabajó estaba compuesta por 345 hombres y 134 mujeres y forma parte del archivo de expedientes del servicio de enfermos mentales de la dirección general de Integración Social de Discapacitados, que inició su actividad en 1997, ya que anteriormente no existían recursos en materia de atención a enfermo mentales crónicos.

NUEVA RED

La Generalitat valenciana dictó en 1997 una normativa reguladora de los recursos de atención especializada a enfermos mentales crónicos, en la que se establecía una tipología de los mismos y se desarrollaba una estructura especializada para su atención en Centros de Día (CD), Centros de Rehabilitación e Inserción Social (Cris) y Centros Especiales de Enfermos Mentales Cónicos (Ceem).

En la actualidad, un total de 940 enfermos mentales son atendidos en 32 centros viculados a la Consejería de Bienestar Social. También existen 14 viviendas tuteladas en toda la comunidad con 61 plazas.