En esta ocasión, la expedición lleva el nombre del alpinista Rafael Gómez Meor, que murió hace poco menos de dos años al ser arrastrado por un alud durante la tentativa anterior, dirigida, al igual que la de este año, por César Pérez de Tudela.

Se da la circunstancia de que en el Everest se encontrarán con otra expedición española, que intenta también alcanzar la cumbre más alta del mundo, organizada por el Ministerio de Defensa, la Federación Española de Montañismo y Televisión Española y que partió hacia Nepal el pasado día 10.

Esta segunda expedición de la UniversidadComplutense está integrada por siete alpinistas. Además de César Pérez de Tudela, forman parte de ella Juan Luis Salcedo Miranda, Salvador Rivas Martínez, Carlos Salcedo Miranda, manuel González Fernández, Bruno Pérez de Tudela y Juan L. Monge Reyes. Todos pertenecen a la Complutense y han sido seleccionados en función de su nivel y su historial montañero. El equipo de "sherpas" (porteadores de altura) será el mismo que les acompañó en el intento anterior.

La expedición tiene previsto desarrollar un aplio programa científico y de investigación, encaminado a conocer mejor los efectos de la altura en el sistema de comunicación del ser humano. El material que recojan los alpinistas será analizado posteriormente por investigadores de la Complutense.

El equipo atacará la cumbre por la vía del pilar sur nepalí, ascendida por primera vez en 1980 por los escaladores polacos A. Czok y J. Kukuczka y nunca realizada por una expedición española.

Está prevista la instalación de cinco campamentos a lo larg de la ascensión, los tres últimos situados a 6.900, 8.050 y 8.300 metros de altura. Desde este último saldrá el grupo que intentará hacer cumbre, hacia la segunda semana del mes de mayo.

TRAGEDIA

La expedición anterior, realizada en 1990, tuvo que ser suspendida sin conseguir los objetivos previstos, tras la muerte, el 14 de septiembre, del montañero Rafael Gómez Menor y de dos "sherpas" nepalíes.

El equipo deportivo-científico, que contaba con un presupuesto próximo a los 90 millones de pesets, partió de Madrid el 21 de agosto, con un ambicioso plan de trabajo, tanto alpinístico como científico, que se vio truncado bruscamente por esta tragedia.

En la madrugada del 14 de septiembre, dos de los montañeros españoles -Rafael Gómez Menor y Carlos Salcedo-, junto con tres "sherpas", fueron sorprendidos por un alud de nieve y hielo.

Carlos Salcedo, que repite este año, y uno de los guías nepalíes contratados por la expedición consiguieron salvar la vida, aunque quedaron muy mal heridos, mintras que Gómez Menor y los otros dos "sherpas" desaparecieron entre la masa helada.

En los días transcurridos desde entonces hasta su regreso, los expedicionarios trabajaron intensamente en el rescate de los tres cuerpos, pero la gran masa de hielo y nieve desplaza por las avalanchas hicieron inútiles todos los esfuerzos.

Rafael Gómez Menor tenía 24 años y estudiaba quinto curso en la Facultad de Geológicas de la Universidad Complutense.