Esta aseveración quedó patente con la presencia en el acto del primer ministro de Educación socialista, José María Maravall, y del que le sucedió, Javier Solana, que a partir de hoy se ocupa de la cartera de Asuntos Exteriores. También estuvo presente el vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra.

El nuevo ministro, que habló en presencia de representantes de sindicatos, patronales y asociaciones de padres de alumnos, se refirió en primer lugar a José Maía Maravall, al que agradeció que le hubiera llevado al Ministerio de Educación y Ciencia (MEC) en 1982. "De él he aprendido casi todo lo que sé de Educación", comentó.

También tuvo palabras de agradecimiento para Solana, porque "me mantuvo, me promocionó y siempre me ha apoyado políticamente", así como para todo el equipo de colaboradores que han apoyado el proyecto socialista.

Sobre los proyectos de su departamento, el ministro subrayó el reto de 1997, el impulso que se dará a la investigaciónla tecnología y su compromiso de dotar de mayores infraestructuras deportivas a este país.

Por su parte, Javier Solana, nuevo ministro de Asuntos Exteriores, destacó, visiblemente emocionado, su tristeza por abandonar el MEC, en el que "he tratado de guiarme según lo que yo creía que era mejor para el sistema educativo español".

Sin embargo, dijo sentir alegría al saber que quien le sustituye es un amigo, magnífica persona, conocedor del sector educativo y veterano militante del PSOE, a quien cooció en 1970 y que durante su mandato ha sido "como la brisa nueva que acompaña siempre al corredor de fondo".

Finalmente intervino el vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, que destacó la importancia que el Gobierno concede a la educación.