Encabezando la peregrinación de centenares de afiliados a la ONCE (unos ochocientos, según dijeron a Servimedia los organizadores) que llegaron a Santiago andando, en autocares, automóviles, bibicletas y tandem, Arroyo también rogó al Apostol que "llene de luz nuestros corazones pra encontrar el mejor camino para la comprensión de nuestros hermanos".

El presidente del Consejo General de la institucuión de los ciegos resaltó el papel histórico del Camino de Santiago en la unión cultural y humana de Europa e hizo votos para que este año santo de 1993 resalte los valores de la vieja y la nueva Europa "y que los hombres y mujeres de la ONCE sean también protagonistas de este camino europeo".

Contestó a la ofrenda el dean de la catedral de Santiago, señalando que desearía un mlagro para que los peregrinos pudieran dejar en el templo sus bastones de invidentes.

EJEMPLO PARA TODOS

Sin embarego, reconoció que los milagros sólo ocurren de vez en cuando y añadió que "el mayor milagro está en voisotros, en vuestro trabajo e integración en la sociedad, que sirve para darnos ejemplo a todos".

De los peregrinos de la ONCE, quince llegaron, ayudados por tres guías, a la capital gallega después de caminar desde el pasado día 8 de mayo a partir de la frontera entre León y Galica, en Piedrafita del Cebrero.

Otros lo hicieron en medio centenar de tandem pilotados por videntes colaboradores, y el resto, en autocares y automóviles procedentes de distintos puntos de Galicia y Castilla y León, puesto que la peregrinación sirvió tambien como encuentro entre afiliados de ambas autonomías.

Fuentes de la organización informaron a Servimedia que los peregrinos sumaban unas ochocientas personas, y que cuando se disponían a participar en la misa especialmente destinada a ellos, coicidieron con presidente de la República de Portugal, Mario Soares, en la catedral de Compostela, en una de sus habituales visitas privadas a Santiago.

Por la noche, los responsables de la ONCE y los quince afiliados que hicieron el camino andando, cenaron con el consejero de Trabajo y Servicios Sociales de la Xunta de Galicia.

LAS PERIPECIAS DEL VIAJE

De las 18 personas que iniciaron el camino de Santiago a pie, sólo dos tuvieron que dejar la peregrinación durante un día, por motivos profesionaes (los delegados de la ONCE en Galicia, Eugenio Farradás, y en Castilla y León, Jesús Moleo).

Uno de los afiliados con un defecto visual más acusado que formó parte del grupo de peatones, es José Manuel Alonso Encía, presidente del Consejo Territorial de la ONCE en Castilla y León, que manifestó a esta agencia su intención de volver a emprender el Camino de Santiago, "pero esta vez sólo".

Alonso Encía dijo a Servimedia que temía "cincuenta mil dificultades, pero no ha sido tan difícil y me ha sevido para desarrollar más el oído y el olfato. El Camino de Santiago es precioso: he bandeado riachuelos, con el agua hasta las rodillas, he cruzado pasarelas y pontones muy estrechos y hasta, incluso, he escalado muros", relató el peregrino.

Uno de los colaboradores de la ONCE que viajaron de guías, Carlos Sabadell, recordó como especialmente emocionante cuando en medio de una intensa niebla, Eugenio Farradás, un invidente total, fue quién guió al grupo por unas cañadas cercanas a O Cabreiro (Lugo). Sabadell agradeció el especial cariño y calor humano que les han demostrado las gentes en las diferentes etapas, y la solidaridad de los vecinos de los lugares que atravesaron y de otros caminantes.

Los integrantes del grupo han utilizado días de sus propias vacaciones y han pagado de su bolsillo los gastos ocasionados en este viaje, unas 28.000 pesetas.

Según cálculos de las asociaciones gallegas de minusválidos, durante el año santo realizarán el Camino de Santiago más de cuatro turistas y eregrinos afectados con alguna discapacidad.