LA PÉRDIDA DE AUDICIÓN POR RUIDO ES LA ENFERMEDAD PROFESIONAL IRREVERSIBLE MÁS PREVALENTE, SEGÚN LA OMS
- Más de un millón de españoles se considera bastante o muy afectado por el ruido en el trabajo
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Más de un millón de españoles se considera bastante o muy afectado por el ruido en el trabajo, un problema que, a veces, termina en pérdida de audición, lo que supone "la enfermedad profesional irreversible más prevalente", según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Actualmente, se estima que el 29 por ciento de los trabajadores europeos está expuesto a elevados niveles sonoros durante al menos una cuarta parte de su jornada laboral.
A partir de estos datos, el vicepresidente de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao, Juan Goiria, analizará mañana, en una conferencia que pronuncirá en la capital vizcaína, las "Patologías que causa el ruido en la sociedad".
Bajo la consideración de que el ruido "tiene características objetivas y subjetivas", el experto considera que es preciso realizar una definición concreta de lo que es un "sonido molesto".
A la hora de calibrar cuándo un ruido comienza a convertirse en peligroso, Goiria apunta que se ha de calcular su intensidad o volumen, en decibelios, su frecuencia o tono (hertzios), su periodicidad y tiempo de duración.
En opinión de este experto, el ruido es dañino hasta extremos insospechados", pues "está demostrado que una exposición constante" a él "puede provocar problemas de audición (incluida la sordera), estrés relacionado con el trabajo, un mayor riesgo de accidentes laborales derivados de la falta de atención producida por el ruido, irritabilidad, efectos somáticos como dolores de cabeza o efectos adversos para el feto durante el embarazo".
Los sectores laborales más afectados por la exposición al ruido pasan, según Goiria, por "la industria, las caldererías, el trabajo con martillos neumáticos, la hostelería (sobre todo las discotecas) o la metalurgia)".
"La agricultura, la pesca y la silvicultura, debido a su trabajo con motores, los centros de llamada, donde se experimentan choques acústicos, las cintas de empaquetamientos y embotellados, los centros de enseñanza o los transportes también son grupos de riesgo a tener en cuenta".
El especialista señala que "como ejemplo de los niveles de ruido habituales puede decirse que una conversación normal se emite a 60 decibelios (db), una clase de alumnos de Primaria eleva ese nivel a 74 db, el tráfico intenso de carretera alcanza los 85 db, un martillo neumático llega a los 100 db y el despegue de un reactor, vivido a cien metros de distancia, somete al individuo a 140 db".
(SERVIMEDIA)
25 Oct 2006
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