Esta conclusión se desprende de un informe elaborado por la Asesoría de la Pequeña y Mediana Empresa (ASPIME) para la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE), elaborado a partir de los datos fiscales del ejercicio 2003 de 565 boticas de todo el territorio nacional.

El informe alerta de que las pequeñas y mediana boticas, las que facturan menos de 300.000 euros anuales, vieron reducidos sus beneficios desde algo más del 15% en 1999 hasta el 8% en 2003.

"Con ese margen neto, estas oficinas de farmacia, que son más del 40% de las que hay en España, dejan al profesional en una situación bastante precaria", subrayó Isabel Vallejo Díaz, presidenta de FEFE.

Este descenso progresivo del beneficio neto se debe, según el informe, a la competitividad, que resta clientela a estos establecimientos en poblaciones con horarios comerciales ampliados, a las dificultades de "stock" de los medicamentos caros, a las medidas de control gubernamental y a las sucesivas rebajas de precios de los fármacos.

En el caso de las boticas con una facturación anual de entre 300.000 y 600.000 euros, el principal problema es el efecto restrictivo provocado por la entrada en vigor del Real Decreto 5/2000.

Las oficinas de farmacia del siguiente escalón, las que facturan entre 600.000 y 900.000 euros al año, vieron reducido su margen de beneficio en un punto porcentual, lo que ha repercutido en una moderación del gasto salarial y en un freno de la inversión.

Según el informe, las verdaderas víctimas de la aplicación del Real Decreto 5/2000 son las boticas que facturan anualmente entre 900.000 y 1,2 millones de euros, puesto que necesitan una importante estructura de personal y unos gastos de gestión superiores al resto y, al mismo tiempo, tienen una presión fiscal mayor a otros sectores.

Por último, las "tres o cuatro" farmacias que en España superan ese nivel de facturación asumen un nivel de impuestos similar al de empresas de otros sectores que facturan ocho veces más.

LA FARMACIA LABORAL

El informe también aborda la realidad de las oficinas de farmacia desde el punto de vista laboral y resalta algunos cambios registrados en el perfil de los trabajadores, lo que ha provocado un aumento de la especialización del sector.

Así, el número de mujeres aumentó hasta alcanzar el 79% de los empleados y el 62,5% de los titulares; el empleo cualificado se incrementó hasta superar los farmacéuticos (43%) a los auxiliares (40%); y el empleo se puede considerar estable. Por último, Isabel Vallejo Día, que hoy fue reelegida presidenta de la Comisión Permanente de FEFE, se refirió a la "gran cantidad de medidas legislativas que afectarán a las oficinas de farmacia" y recomendó al Gobierno que para controlar el gasto farmacéutico no sólo debe actuar sobre los precios.

"Esperemos que los políticos se den cuenta de que actuar sobre los precios soluciona el problema sólo de manera momentánea", concluyó.