LA PEQUEÑA Y MEDIANA BANCA ESPAÑOLA TENDRÁ QUE INNOVAR Y FUSIONARSE PARA NO DESAPARECER EN EL NUEVO ESCENARIO EUROPEO
- Según un estudio de AT Kearny
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La pequeña y mediana banca española tendrá que recurrir a fusiones, asociaciones e innovación para poder competir en la nueva zona única de pagos para el euro (SEPA), según un estudio presentado hoy por la consultora AT Kearny.
Este informe analiza los riesgos y las oportunidades que entraña este nuevo escenario, basado en la la constitución de una zona euro en la que todos los pagos serán domésticos, sin diferenciación entre pagos nacionales y transfronterizos.
De este modo, por ejemplo, los millones de extranjeros europeos residentes en España podrán domiciliar sus pagos de la luz o del teléfono con entidades bancarias de sus países de origen.
El SEPA supone, además, que bancos (nacionales y extranjeros), compañías de telecomunicaciones y servicios de pagos y transferencias invadan sus negocios tradicionales y compitan por la misma cuota de mercado, a escala europea.
La creación de esta zona única de pagos implica que los bancos europeos competirán por hacerse cargo de más de 70.000 millones de transacciones anuales y de cerca de 65.000 millones de euros de ingresos bancarios.
Se trata de un escenario mucho más competitivo y estandarizado en el que, según el director del área de instituciones financieras de AT Kearny, Juan Lafont, será necesario ofrecer ventajas comeptitivas para atraer y mantener clientes, así como tener "un tamaño mínimo".
Según el estudio, las entidades más eficientes son las del norte de Europa. Entre estas y las de los países del sur de la Unión Europea (como España) hay diferencias de eficiencia (en cuanto al coste por transacción) de ocho puntos.
Se salvan, únicamente, los "pesos pesados" de la banca española, como el BBVA, el Santander, La Caixa o Caja Madrid. De hecho, según el informe, las entidades líderes de euros, al margen de su nacionalidad, son entre un 50% y un 90% más baratas en el procesamiento de pagos y de tarjetas que el resto de bancos.
Además, en la actualidad "España experimenta una presión importante debido a los acuerdos establecidos con el Tribunal de Competencia respecto a las tasas de intercambio".
Lafont incidió en que España es el país con más cajeros bancarios 'per capita', por lo que "tecnológicamente está a la vanguardia. Tiene las piezas, pero tiene que ponerlas en marcha".
Será necesario un cambio cultural, que haga que se racionalicen activos, ofreciendo "paquetes" de servicios bancarios, a través de pactos y fusiones entre entidades, combinados con servicios de transferenicas, telecomunicaciones, compra de entradas, pagos de aparcamientos, etcétera.
"Los pequeños y medianos bancos tendrán que replantearse su estrategia para adquirir un tamaño mínimo y desarrollar ofertas atractivas", en un marco en el que se tendrán que enfrentar a más presiones y a nuevos competidores, muchos de los cuales poseen más recursos y más aprendizaje.
AT Kearny prevé la consolidación de cinco o diez proveedores y procesadores potentes tanto para tarjetas como para pagos. También augura un proceso de convergencia entre países, de tal modo que "en los mercados con unas tarifas bajas, como Alemania y Benelux, esperamos ver una ligera subida de los precios, mientras que los pagos y los usuarios de tarjetas en países como Francia o España deberían beneficiarse de una bajada".
(SERVIMEDIA)
11 Mar 2008
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