Durante la presentación de su último libro, "Adicción a sectas", una obra que realiza un análisis de este fenómeno y establece una serie de pautas para su prevención, Rodríguez explicó que su intención ha sido precisamente suplir la falta de una institución que se encargue de estas cuestiones.

El periodista comparó la adicción a las sectas con la adicción a las drogas, al juego o al alcohol, e indicó que de la misma forma en que se debe educar a as personas en la utilización de "sustancias de riesgo" se las tiene que educar en el "consumo" de las sectas.

Rodríguez aseguró que le da tanto pavor el sectarismo como el antisectarismo, que en su opinión está cometiendo los mismos abusos que las sectas, y apuntó que una de las cuestiones esenciales para luchar contra este fenómeno es intentar comprender por qué una persona determinada decide entrar en uno de estos grupos.

En este sentido, subrayó la importancia de evitar que alguien necesite e contacto con una secta e insistió en que su libro pretende ayudar a las personas que tienen ese tipo de problema para que ellas mismas lo puedan resolver. "No hay que actuar contra la secta, sino en favor del sectario", concluyó el periodista, quien entiende que decirle a alguien que una secta es peligrosa supone hacer "terrorismo gratuito".

Por su parte, Ignacio Calderón, director general de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción, coincidió con Rodríguez al comparar la adicción a las sectas co la drogodependencia y señaló que la prevención de este problema debe hacerse a través de la escuela y la familia.

Finalmente, el director del programa "Informe semanal", Baltasar Almagro, definió el trabajo realizado por el autor de "Adicción a sectas" como el de un profesor universitario y destacó que la novedad del libro es que pone de relieve la predisposición de cualquier persona a integrarse en uno de estos grupos.