Según la prensa del país, se trata de la tecnología conocida como "denegación activa", que origina una alta señal de energía que impacta en la piel del objetivo, provocando un gran dolor. Según el Pentágono, no tiene efectos secundarios, ya que se utilizan niveles bajos de energía.

Este tipo de arma ha sido diseñada para misiones de mantenimiento de paz y operaciones humanitarias y podría ser utilizada también para evitar daños a las propiedades. "Un arma de este tipo podría llega a ser muy útil cuando los enemigos estén rodeados de inocentes", afirmó el coronel George P. Fenton.

De momento, el alcance, el tamaño y la intensidad de la señal están clasificados y el proyecto prosigue en la fase de redacción. Los científicos del cuerpo de Marines y de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos han estado trabajando en este arma durante diez años, con un presupuesto hasta el momento de 40 millones de dólares. Las primeras pruebas ya se han llevado a cabo con animales y con humanos y seespera que continúen hasta el verano de 2001.