El Ejecutivo rechaza la propuesta de la OCDE d obligar a los trabajadores a dedicar una parte de sus ingresos a contratar un sistema privado de pensiones, pero estudia dar "un impulso muy fuerte" a los sistemas complementarios en las empresas, principalmente a través de la negociación colectiva.

Para el Gobierno, la previsión social complementaria es muy importante y, por ello, es necesario potenciarla, apoyando tanto a las empresas como a los trabajadores, aunque, según dijo De Guindos, los incentivos serán especialmente favorables para los trabjadores.

Sin embargo, el Gobierno no olvida los problemas planteados por las empresas sobre estos planes y su queja de que el control de los mismos está actualmente en manos sindicales. Por ello, se plantea equilibrar las comisiones de control de los fondos entre representantes de la empresa y de los sindicatos.

Por otra parte, se potenciará la idea del salario diferido, es decir, destinar una parte del salario a capitalizar un fondo para una prestación futura. El Gobierno impulsará beneficios ficales para estas aportaciones económicas.

Finalmente, otra de las novedades del nuevo modelo es la de permitir modificar las aportaciones dependiendo de la edad del trabajador, para poder así elevar las cuantías de lo que se destina al fondo a medida que se acerca la edad de jubilación.

Todas estas ideas podrían incorporarse en la reforma de la negociación colectiva que se debate actualmente y que debe estar finalizada antes del próximo otoño, según ha propuesto el Gobierno. De lo contrario, podra formar parte de la reforma de la Ley de Planes y Fondos de Pensiones.