EL PENSAMIENTO CRITICO EN LA ESCUELA FAVORECE LA TOLERANCIA DE LOS ALUMNOS, SEGUN EL ESPECIALISTA JUAN ESCAMEZ
- "La tolerancia es una necesidad porque da credibilidad a una sociedad", defiende.
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
La formación de un pensamiento crítico en la escuela favorece la aprición de actitudes democráticas y tolerantes en los alumnos, según explicó hoy Juan Escámez, catedrático de Filosofía de la Universidad de Valencia y estudioso de programas educativos sobre tolerancia.
Juan Escámez, que participó en un curso de la Universidad Complutense sobre "La difícil promoción de la tolerancia", señaló que "las acciones educativas para favorecer la tolerancia entre sociedades deben estar dirigidas a la promoción de un pensamiento crítico y de un clima democrático en las aulas". Para este experto en programas educativos, la tolerancia no es una utopía porque "la comprensión entre personas de diferentes sociedades o culturas es posible. Las culturas no son tan homogéneas y fijadas que no evolucionen, ni los miembros que pertenecen a ellas no puedan repensarlas y recrearlas en función de nuevas situaciones y nuevas informaciones".
Escámez consideró que la sociedad actual se mueve entre los fenómenos paralelos y contrapuestos: los conflictos ascendentes de intolerancia y lasmanifestaciones públicas de los Estados en favor de las acciones democráticas.
"Nos encontramos en un momento histórico de tensión entre la explosión generalizada de conflictos, surgidos desde la intolerancia", dijo, "y la aceptación en las sociedades democráticas y en los organismos internacionales de los valores universales de libertad, justicia y solidaridad".
CREDIBILIDAD
El catedrático de Filosofía de la universidad valenciana defendió la tolerancia como necesidad porque "da credibilidad auna sociedad". Por ello, las acciones educativas deben orientarse a la promoción del conocimiento sobre lo que hay en común con cualquier otra persona.
"La dignidad de toda persona exige el reconocimiento de su autonomía, su capacidad de autodeterminarse, de realizar las acciones de acuerdo a las normas que merezcan su asentimiento racional", señaló Juan Escámez.
La aplicación de estos programas en las aulas pasa, según este especialista, porque cualquier sujeto tiene que ser aceptado como capaz e proponer normas "siempre que esté dispuesto a argumentar sobre la conveniencia de las mismas para la generalidad de los miembros".
Escámez defendió una actitud crítica de los alumnos, en la que "las normas consensuadas han de ser respetadas, y en caso de ser conflictivas, esas normas pueden SER replanteadas desde nuevos argumentos".
(SERVIMEDIA)
15 Ago 1995
F