En rueda de prensa, Caldera afirmó que estas reformas eran "necesarias" y aseguró que el Partido Socialista realizará el "máximo esfuerzo" para que el proyecto de ley sea aprobado en el Congreso con el mayor consenso posible.

Caldera lanzó una crítica al Gobierno en este sentido, ya que le reprochó haber elaborado esta medida en solitario, sin la consulta suficiente al principal partido de la oposición, uando materias relacionadas con la lucha contra ETA deberían abordarse incluso en el seno del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo.

El Partido Socialista velará para que esta reforma sea "equilibrada", según Caldera, y deje la puerta abierta a la reinserción, que es un "mandato" de la Constitución.

Indicó que la resocialización de los presos etarras deberá ser posible exclusivamente si rechazan la violencia, si se desvinculan de la organización terrorista e incluso si cooperan en la luha antiterrorista, tal y como recoge el anteproyecto gubernamental.

Caldera insistió en que la reinserción "hace mucho daño a ETA. Los arrepentidos hacen mucho daño a ETA y por eso son perseguidos".

El portavoz parlamentario socialista volvió a pedir la reunión del Pacto Antiterrorista antes de la tramitación parlamentaria del texto, es decir, en las próximas semanas, para hablar con el PP de sus aportaciones.