En declaraciones a Servimedia, Núñez-Morgades reconoció haber pasado "del estupor a la satisfacción" al conocer que el apoyo inicial mostrado por el obispado había terminado con la decisión de nombrar un nuevo párroco para el municipio.

Según explicó el Defensor del Menor, él mismo se puso hoy en contacto con el obispo de Córdoba, Juan José Asenjo, a quien señaló que consideraa "contraproducente" que un sacerdote condenado por abusos pudiera seguir manteniendo contacto con los niños.

Monseñor Asenjo le comunicó la decisión de retirar al sacerdote de la parroquia y le aseguró que desde hace dos días ya no asistía a la Iglesia. El obispo de Córdoba había justificado el retraso en la toma de esta decisión por prudencia y por el apoyo que el pueblo estaba mostrando al párroco.