Esta es la opinión de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y del Comisariado Europeo del Automóvil (CEA), que contrasta con la manifestada por otra organización de defensa del automóvil, Automovilistas Europeos Asociados (AEA), que es totalmente contraria a la imposición de estas tasas.

En declaraciones a Servimedia, José María Múgica, portavoz de la OCU inicó que siempre es "una mala noticia" cualquier aumento de costes para los consumidores, pero indicó que es una medida que hay que analizar en la globalidad de lo que es la política económica en un momento en el que hay que hacer esfuerzos para converger con Europa.

A su juicio, la imposición de una tasa en las nuevas autovías puede ser "aceptable" si hay carreteras alternativas y si el precio de esta tasa es "razonable y no tiene un carácter disuasorio en el uso de la carretera como sistema de transprte". Múgica señaló que esta tasa debe ser inferior a la de las autopistas.

Además, Múgica considera que debe quedar "nítidamente claro" para el contribuyente a qué finalidad se destina lo recaudado a través de esa tasa. "Si es una forma de financiar la mejora de las carreteras, bien, pero si es sencillamente para seguir una política de despilfarro, es una mala noticia y un abuso", indicó.

Eugenio Dobrynine, jefe de la Asesoría Jurídica del Comisariado Europeo del Automóvil (CEA), declaró a esta gencia que está a favor del peaje si contribuye a la mejora de las carreteras, aunque en el caso de que se impusiera, se mostró partidario de que se construyan autopistas, porque "son mucho más seguras que las autovías".

Dobrynine señaló que la imposición de tasas es un sistema que existe en otros países, citando el caso de Suiza, donde los ciudadanos compran a principios de año una tarjeta que les permite circular por todas las autopistas.

"No es un sistema malo", dijo, aunque denunció que el coductor ya está obligado a pagar muchas tasas. "El automovilista se parece a un limón, que cada vez lo van exprimiendo más porque es una fuente fácil de ingresos de dinero por todos los conceptos, por impuestos, multas, etc.", dijo Dobrynine, que también pidió transparencia acerca del uso del dinero que se recauda del automovilista.

MEDIDA POCO SOLIDARIA

En cambio, Mario Arnaldo, director general de AEA, rechazó frontalmente la propuesta de CiU, porque es una medida "poco solidaria. Nosotros entendems que las carreteras y autovías son un servicio público, y, como tal, tienen que ir con cargo a los Presupuestos y pagarse y financiarse a través de los impuestos, y no de manera individual por el que las utilice".

En opinión de Arnaldo, poner peajes en las autovías "rompería el principio de solidaridad en un servicio público básico, como es el derecho a tener unas infraestructuras de carreteras". Indicó que esta misma tasa podría imponerse, por ejemplo, a los que utilicen los trenes, la policía u otrs servicios.

Arnaldo recordó que la recaudación de impuestos sobre el automóvil y los automovilistas supone una de las mayores vías de financiación del Presupuesto del Estado, las comunidades autónomas y los ayuntamientos, y "volver a incrementar los impuestos por la utilización de autovías, es apretar demasiado".