LA PEAGOGÍA HOSPITALARIA CONTRIBUYE A FAVORECER DISTINTOS ASPECTOS EN LA EVOLUCION DEL NIÑO ENFERMO

PAMPLONA
SERVIMEDIA

La pedagogía hospitalaria mejora la calidad de vida del niño enfermo y, por tanto, los pequeños que reciben esa atención evolucionan más favorablemente, según informaron fuentes de la Clínica Universitaria de Navarra, que citaron los resultados de experiencias realizadas en el centro.

Con el fin de paliar los efectos negativos que la hospitalización produce en los niños, omo ansiedad, depresión, deterioro de las habilidades sociales al apartarse de su mundo habitual, etc, especialistas en pediatría y pedagogía de la Clínica Universitaria de Navarra trabajan desde 1986 en un Programa de Pedagogía Hospitalaria.

Según las investigaciones realizadas por la pedagoga Olga Lizasoáin en su tesis doctoral "Efectos psicopatológicos de la hospitalización infantil", cuando un niño llega a un centro sanitario sufre una gran ansiedad, porque todavía no capta bien el concepto de enfrmedad e interpreta la hospitalización como un castigo.

Además, el centro hospitalario es para él un medio hostil, donde las personas son desconocidas y le aplican tratamientos, a veces, dolorosos.

"Todo ello repercute de modo negativo en el concepto que tiene el menor de sí mismo y en sus habilidades sociales, porque no se encuentra en su ambiente habitual", explicó Olga Lizosoáin, "por lo que entonces se genera un sentimiento de depresión que vuelve a influir negativamente en el autoconcepto de niño".

EVITAR LA ANSIEDAD

Estos efectos pueden paliarse mediante un programa de preparación al ingreso en el centro hospitalario, comentó Olga Lizosoáin.

Con todos los niños, los técnicos realizan un programa de seguimiento psicopedagógico centrado no sólo en el campo escolar, sino también en el desarrollo de la personalidad y la formación humana.

Por una parte, el niño, con la ayuda de su pedagógo, continúa el aprendizaje escolar, en la medida de sus posibilidades, en tanto que durante e tiempo dedicado a actividades recreativas, se fomentan la participación, las relaciones sociales y la comunicación.

Colaborando con esta tarea, trabaja un grupo de treinta alumnos de la Facultad de Pedagogía de la Universidad de Navarra, que cada día acuden a la sala de juegos y a las habitaciones de los niños, con los que estudian, juegan, etc, ayudando al Departamento de Pediatría que dirige el Dr. Ignacio Villa.

IMAGINACION CONTRA EL DOLOR

Para reducir el miedo y el dolor que pueden produci algunos tratamientos, utilizan la estrategia denominada "imaginación guiada", que consiste en enseñar al niño que use su imaginación de forma positiva. De este modo, el pequeño tiene un mayor control de sí mismo cuando va a sufrir un tratamiento estresante o traumático.

Una de las unidades más importantes de experimentación del centro es la de Oncología Pediátrica, ya que son cada vez más los niños que se someten a tratamientos quimioterápicos, radiológicos y a otras técnicas oncológicas.

Además los niños que padecen cáncer sufren otros transtornos derivados de su enfermedad, como alteraciones en el sueño y en la alimentación.

A lo largo de los años en los que se viene aplicando el programa de pedagogía hospitalaria en esta clínica navarra, los resultados parecen positivos: los síntomas de ansiedad y depresión se reducen y las habilidades sociales y escolares resultan menos deterioradas.

"La enfermedad no desaparece por la atención de un pedagógo, pero la estancia en el hospital resultamás agradable", señala Araceli del Pozo, otra de las pedagógas que interviene en el mismo plan médico.

(SERVIMEDIA)
24 Jul 1991
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