El editorial de ese boletín de agosto del PDNI, al que ha tenido acceso Servimedia, acusa a Julio Anguita de impulsar la involución política en Izquierda Unida y hace un repaso de la nueva orientación política de la coalición.

Tras afirmar que "el inventario de sanciones, exclusiones, expulsiones y demás repertorio administrativo se amplia en IU", ese texto añade que "la involución del modelo de pluralismo, libertad de opinión y federalismoes tan evidente que no requiere mucho comentario. Conviene, empero, no equivocarse: este autoritario modelo organizativo responde a una indudable involución política, impulsada por el coordinador general de IU, que prefiere la ruptura de la coalición a su nítida ubicación en el campo de la izquierda democrática".

Para el PDNI, "IU, nacida como una fuerza de la democracia que pretendía su revitalización incoporando la participación social, se ha escorado a golpe de consignas vacías -la Regeneración, po ejemplo, compartida por la derecha política y mediática- hacia un creciente recelo a comportamientos políticos esenciales en la democracia (el consenso, el acuerdo y el pacto político).

"Bastante hay de esto, además de que algunos sectores de IU, reducidos afortunadamente, sigan creyendo en la violencia como partera de la historia, en la política contradictoria seguida en estos días en relación con los acuerdos de la Mesa de Ajuria Enea. La convicción de que la participación en un amplio acuerdo demorático legitima una suerte de pensamiento único aleja a IU de la posibilidad de aceptar objetivos democráticos socialmente compartidos", añade el editorial citado.

CONSTRUCCIÓN EUROPEA

Ese análisis sobre IU continúa que "si en algún punto es evidente la incapacidad de incorporar una propuesta progresista a un proyecto compartido es en materia de construcción europea. Al negar el proyecto o, lo que es lo mismo, remitirlo a una imposible refundación de la unidad política se rechaza el formar parte delamplio movimiento político europeo que pretende dotar de una dimensión social, de empleo, a la necesaria moneda única".

"No es cierto", añade, "que ésta sea la vieja polémica entre reformismo y combate contra el neoliberalismo. Lo que IU parece pretender, frente a su impulso fundacional, es crear una cultura que renuncia a intervenir políticamente en la globalización económica, a corregir sus evidentes y lacerantes costes sociales, esperando que sus destrozos amparen un improbable movimiento de transfrmación social".

Por ello considera que no es de extrañar "que a esta renuncia a intervenir políticamente se acompañe un creciente recelo al movimiento social, especialmente el sindical, que ha orientado y orienta sus esfuerzos y sus movilizacviones a dar respuestas a problemas concretos que acucian a los trabajadores, a la ciudadanía. Esta ruptura del vínculo de IU con los sindicatos priva a la coalición de un elemento esencial en su código genético".

En opinión del PDNI, "es muy probable que esa pérdida de referencia social y de voluntad de intervención política, que la renuncia a la cultura del acuerdo compatible con la identidad de cada cual, explique la incapacidad de IU de discriminar, en su práctica política, entre la derecha y el complejo mundo de la izquierda".

Crítica la oposición de IU al acuerdo alcanzado en Galicia y recuerda que "IU siempre dijo que ni por activa ni por pasiva se dejaría a la derecha la esfera de gobierno". "Hoy parece lejana esta consigna", añade; "la involució de IU en este terreno ha supuesto serios costes".

Para el PDNI, "reorientar esta dirección de forma coherente es una necesidad que exige, en todo caso, romper con cualquier complicidad con la derecha, con el PP, que representa hoy en España al tan cacareado neoliberalismo. Renuncia a la complicidad que exige oposición rotunda y la imposibilidad de compartir políticas".