En una rueda de prensa para presentar la XXIX edición de la tradicional fiesta del PCE, que se celebra este fin de semana en el Recinto Ferial de la Casa de Campo, Alcaraz reclamó una reunión a la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, o a "quien nos reciba", para abordar el proyecto.

El dirigente comunista anunció que reclamará en los Presupuestos 50 a 100 millones de euros para esta ley, y quiso dejar claro que "no hubo dos bandos en iguales condiciones, hubo una realidad legítima rota por un golpe de estado fascista, y esa es la matriz de la ley. Si nos la cambian, que no cuenten con nuestro apoyo", advirtió.

A su juicio, ésto no significa que haya "un bando bueno y un bando malo", pero sí que "ésta no es una democracia otorgada, sino conquistada", y "los complejos son muy malos en este tema", por lo que debe contarse con la participación del PCE.

Alcaraz resaltó que el partido se enfrenta a una "nueva fase política", y aseguró que la de este año será la fiesta del reforzamiento como fuerza alternativa, poque lo deseable es "un PCE fuerte para una Izquierda Unida más fuerte", y la fortaleza de la coalición no está en la confrontación.

"Sabemos que vamos a contracorriente, porque nos arrogamos tres banderas con tres palabras malditas para las clases dominantes: República, Federal y Comunismo", agregó, y porque "no vamos a negociar nada con lo políticamente correcto".

Por su parte, el secretario general del PCE; Francisco Frutos, oponó que "IU está en un momento muy malo", y aseguró que no se conforma con un respaldo electoral del 5 por ciento "a la baja y con ser el Pepito Grillo del Gobierno en unos momentos o votar con el Ejecutivo" si toca.