Según informaron a Servimedia fuentes comunistas, el punto de acuerdo entre Frutos y Alcaraz en torno a la persona que debía sustituir a Julio Anguita al frente de la Secretaría General se produjo cuando ambos decidieron apostar por la deensa común de un partido "con peso" de cara al siglo XXI, en vez de por un partido "florero".

Llegados a este punto, Alcaraz optó entonces por abandonar la carrera política por la Secretaría General del PCE para apoyar a Frutos y conseguir que el modelo de partido fuerte sea el que salga del VII congreso.

Frente a los partidarios de un PCE "con vigencia en la actualidad", según las mismas fuentes, se sitúan los que prefieren que el PCE "tome un menor protagonismo", con unas estructuras menos rígias.

Frutos y Alcaraz, sin embargo, creen que esa posibilidad "lleva inevitablemente a la semidisolución del PCE", algo de lo que no son partidarios.

Por eso, ambos dirigentes comunistas darán la batalla en el congreso por la defensa de la cohesión del partido, es decir, por la "coherencia y la unidad a la hora de tomar decisiones", así como por un mayor fortalecimiento de los órganos de dirección para que se produzcan más reuniones y para que las resoluciones políticas que se acuerden conlleven auna unidad de acción de todo el partido.