Rivero se reunió esta tarde con el presidente del Gobierno, dentro de la ronda de contactos de José Luis Rodríguez Zapatero con todos los mandatarios autonómicos, que cerrará mañana con el de Baleares, Francesc Antich.

En la rueda de prensa posterior a la reunión, explicó que la de hoy es la cuarta vez en los dos últimos meses que conversa con el presidente sobre la reforma del sistema de financiación autonómica.

Todas las veces, también hoy, ha habido "receptividad" ante los planteamientos de Canarias, el primero de los cuales es que se incluya expresamente la especificidad del archipiélago, basada en un régimen económico diferenciado consagrado en la Constitución.

Con base en esa diferenciación, Canarias se financia con impuestos distintos a los de las demás comunidades autónomas, porque no recauda IVA ni impuestos especiales.

Rivero reclamó por ello que se mantenga la diferenciación de Canarias, el coste que le supone la lejanía, la insularidad y la fragmentación de su territorio, y que se tenga en cuenta la población actualizada y su correción anual.

Todo ello, precisó, no supondría ningún "privilegio" para Canarias, sino las condiciones necesarias para garantizar que sus ciudadanos tienen las mismas oportunidades de acceso a los servicios públicos que los de cualquier otra comunidad autónoma.

Con esas variables sobre la mesa, Paulino Rivero aseguró que la negociación está "en el buen camino" y, con garantías de que habrá igualdad de oportunidades para los canarios, sería razonable pensar que firmará la reforma.

Sería "mucho más difícil" cerrar un acuerdo, alertó, si la reforma del sistema se utiliza para "introducir subterfugios" que supongan algún tipo de privilegio para quienes viven en un determinado territorio.