"Somos el partido que puede decir que ha ganado las elecciones", comentó López en el hotel donde el PSE está celebrando la noche electoral, "y lo vamos a administrar con inteligencia y al servicio de la sociedad vasca".

A juicio del dirigente socialista vasco, el resultado sólo se puede gestionar respetando la "diversidad", las ganas de "cambio" político que han expresado los vascos y las ganas de "atenerse a las reglas del juego" de la legalidad alejada de aventuras soberanistas.

"Espero que algunos estén a la altura de las circunstancias", añadió en referencia al "lehendakari", Juan José Ibarretxe. Lo que está claro, insistió, es que el denominado "plan Ibarrexte" ha perdido clamorosamente y los ciudadanos han pedido respeto a las identidades.

"Los datos confirman que la sociedad vasca ha apostado por el cambio y quiere diálogo, entendimiento y acuerdo entre todos. La gente no quiere enfrentamientos ni trincheras", resaltó.

El candidato advirtió que pondrá los 18 escaños logrados por el PSE "al servicio de la unidad democrática, para defender las libertades y combatir el terrorismo".

Aunque no reveló si apoyará al candidato del PNV para ser investido, sí dijo que quiere "un gran pacto para decidir el marco político de este país, en base a la mejora del Estatuto", y "un gran pacto social que apueste por el bienestar de los ciudadanos y ciudadanas".