"Para los conductores que realizamos largas distancias, desplazados, aislados de nuestro entorno, de nuestro país y alejados de nuestras familias, obligarnos a estar parados 12 horas ininterrumpidas, tres veces a la semana, es un auténtico disparate y atenta contra nuestra libertad", dicen las dos asociaciones en un informe al que ha tendo acceso Servimedia.

Para Fenebus y Astic, lo ideal sería descansar ocho o nueve horas ininterrumpidas y distribuirse el resto del tiempo, hasta las doce horas, como mejor venga, en función del tráfico, la climatología, etc.

Para estas organizaciones, la nueva normativa europea no contribuye a mejorar la seguridad vial, perfeccionar los niveles de competencia leal y proteger y garantizar la seguridad y la salud de los trabajadores, sino que lo que provoca es "un incremento de nuestras inquietude".

A su juicio, es esencial referirse a conceptos como semana flexible, tiempo de conducción y tiempo de descanso, que atiendan a las diferencias entre larga y corta distancia y estudiar la distorsión que sobre la competencia va a ejercer ser un país central o periférico.